domingo, 16 de mayo de 2010
GISE
Escuchando Dire Straits en una covacha hecha de hilos de seda
Laceraba mi alma de universitario herido por flecha colegiala
Cuantas veces circulo la cautivante soledad
Que se desnudo y anido en mis ojos turbios
Pariendo lagrimas quincenales dejando surcos en mi rostro larguirucho
Renacía cada noche cuando nunca llamabas
Por eso me enamoré enloquecidamente de tu olvido…
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario