Es la brisa marina la que recorre mi cuerpo
vespertino
Tierno romance azul
Desnudo me sumerjo entre tus brazos
Que desaparece arrastrado por tu devorador rugido
Y tu sabor a sal
Como la piel mulata de una ninfa
camino al azar
Ahí va mi cuerpo y aquí queda mi vida
El cual será devorado
Por cientos de despistados tiburones de elegante
nado
Azul profundo te teñirás de rojo diamantado
Y eternamente andaré nadando en el mar cálido
De los escualos inmortales de ojos misericordiosos…
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