Tuviste miedo al despertarte
Amante de la noche recibiste el mismo mensaje
Llegó a la hora pactada
Cuando te despeinabas en el fuego abrazador de la danza
Subyugaste al tiempo y pactaste con la eternidad
Extendiste tus pensamientos al limbo almidonado de tu salón de juguetes
Repasaste una y otra vez el idílico instante de sus besos
Y partiste cual vagabundo cobijado por su mirada burlona…
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