domingo, 20 de octubre de 2013
Corazón errante
El tiempo transcurrió como el susurro de la vida
es como el vientecillo cálido que en verano viaja amablemente
se acerca a las costas y navega con las olas al compás de los latidos de un corazón errante
que hace uno cuando el tiempo se empecina en despedirse
y retrasa el andar cuando el camino cubierto de recuerdos
yacen como rompecabezas que en noches friolentas anhelas armarlas
creerás que osé desafiar al tiempo un día en que estuve bebiendo en bar ajeno
escuchando el timbre de voz de cristina aguilera que en éxtasis armonioso
sostenía mi humanidad lejos de la costa
aplacado por la desidia incongruente de un ser
que tuvo en la palma de su mano el secreto de la juventud
es una lluvia suave y cadenciosa como la respiración de mi padre
es una lluvia que aleja los recuerdos y los deposita en mar ajeno
ese mar que es la inmensidad del anonimato
en el cual sumerjo este cuerpo iluso que se exculpa de pecados ajenos
me has besado madre con esa suavidad del rasguño de un cachorro
y he rogado a la madrugada que me permita
volar eternamente como un águila enamorada del paisaje
de un cerro enclavado en la naturaleza pristina
me recostaré en el aire miraré al sol y me perderé en el atardecer
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