lunes, 28 de octubre de 2013
Suricato
Siempre el silbido del viento asoló tu memoria
descalzo
eran los tiempos lejanos en que una flor sostenía el amor
eran los tiempos en que tus entrañas alimentaban a los buitres
desalmados ruiseñores que revoloteaban tu alma
desangrada de un corazón azucarado
ya en los altos los gallinazos curan sus heridas
despejando las nubes para el festín enjaulado
merecido descanso del que arrastra sus cadenas
cual paciente tortuga que camina rumbo al verde vendaval
de irresistibles sonatas caleidoscopicas
bello horizonte que en tinieblas apareces
me has enseñado el oprobio de la grandeza
desechada por el jardín poblado de otoñales robles
en el que suricatos de colores empinan la vista
lamiendo su historia de gloria angelical...
nunca oses juzgarme por lo que viví
simplemente fui un animal devorado por la humanidad
domingo, 20 de octubre de 2013
Corazón errante
El tiempo transcurrió como el susurro de la vida
es como el vientecillo cálido que en verano viaja amablemente
se acerca a las costas y navega con las olas al compás de los latidos de un corazón errante
que hace uno cuando el tiempo se empecina en despedirse
y retrasa el andar cuando el camino cubierto de recuerdos
yacen como rompecabezas que en noches friolentas anhelas armarlas
creerás que osé desafiar al tiempo un día en que estuve bebiendo en bar ajeno
escuchando el timbre de voz de cristina aguilera que en éxtasis armonioso
sostenía mi humanidad lejos de la costa
aplacado por la desidia incongruente de un ser
que tuvo en la palma de su mano el secreto de la juventud
es una lluvia suave y cadenciosa como la respiración de mi padre
es una lluvia que aleja los recuerdos y los deposita en mar ajeno
ese mar que es la inmensidad del anonimato
en el cual sumerjo este cuerpo iluso que se exculpa de pecados ajenos
me has besado madre con esa suavidad del rasguño de un cachorro
y he rogado a la madrugada que me permita
volar eternamente como un águila enamorada del paisaje
de un cerro enclavado en la naturaleza pristina
me recostaré en el aire miraré al sol y me perderé en el atardecer
jueves, 10 de octubre de 2013
Tierna holgazana
sos el famélico inflamable caminante de la playa
vuestro cuerpo acallado por la calidez de una mirada azul
en silencio osó sumergirse en pristinas aguas acicaladas
de plumas de bellos pelillos violáceos
abriste los ojos caballero de la tarde
te cubriste del llanto inagotable de una catarata
meciste briosamente tu cuerpo fatuo
en el espacio inagotable de tu imaginación
sos la especie en extinción que busca la redención
nadando cadenciosamente hacia los brazos de la eternidad
que encalló en un lejano paraje muy cerca
a la sonrisa cristalina de un ángel que emergió
de la dulzura de una niña
que camina por las arrugas de tu corazón holgazán
martes, 8 de octubre de 2013
Mascullo entre las flores de una primavera onírica
He roto mis cadenas y soy libre
libertador de mares y vientos
de animales salvajes
de cantantes eximios
de mendigos acicalados
de criaturas insolubles
de corazones enamorados
Soy el retorno de la vida
justiciero de lo inmaculado
hechizado por caminar en círculos concéntricos
oníricos amigos nublan la razón
y se sientan a compartir los pedazos de tiempo
que en soledad mascullo
es ir nadando lentamente hacia lo desconocido
hacia ese lugar que resplandece en tus sueños
ese lugar que te liberó de tus cadenas
introduciéndote lentamente en sus sábanas logras alcanzar
lo que tus sueños dibujan
un paisaje hermoso
junto a los ladridos
de una preciosa mascota
de hocico preguntón
he rastreado mi historia
olfateando en el aire primaveral
de mis años de estudiante
de una pensión demolida por los recuerdos
en quinceañero escondido de las princesas
adormilado por la desidia abandonada
de una plantita que no crece
quiero devorarla
abalanzándome ilusamente
sobre sus ronquidos
anhelando en un ultimo suspiro
el renacer de la vida
vida tierna y cálida
abrázame fuerte
hasta desaparecerme
miércoles, 2 de octubre de 2013
Tigre de Sumatra
Se estiro hurgando su bolsillo y amaneció sentado en una flor
caminó desarrapado
mendigo de la noche
atrapado por la piel disoluta de la tiniebla inquieta
mordió una manzana agazapada en un poste oxidado
extendió cual Condor sus brazos
desafió la noche alumbrada por la deshonra
el silbido tenue de la madrugada
resonó en su pecho encalaminado
consumido por el tiempo y el alcohol
tal como una vieja gitana lo predijo
robándole un billete de cien pesos
en una ciudad aquejada por los huracanaes
su mano revoloteaba por los aires
formando imágenes paganas
acarició el espacio onírico que separa a los seres
del limbo desarraigado de la vida
olfateó profundamente la basura acorralada
y sucumbió al beso de una desconocida apátrida
que lo degolló de sus infinitos e infieles caminos descalzos...
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