Yo he doblegado a la noche infame de mis alcohólicos
amaneceres
Enturbiando mis sueños despejados de
oquedad
Pírrico silencio camina silente lento
desperdigando desventuras
Como seduces mítica altura eres mi tierna
holgazana
Paciente contando el infinito entre tus
dedos arrugados
Esperando el segundo en que el descuidado
leguleyo
Cae rendido por una conciencia plagada de
aves de larguísimas alas
Vuelas en la imaginación de un pasado que
conservaste
En el interior de tu mochila colegiala
Y sólo por un efímero instante intentaste extraer
el libro de la vida…
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