Que misterio envolvía tu frágil mirada
Cuerpo esbelto envase de botella bebiste demasiado de la noche
La verdad inequívoca de tus labios nunca se abrió para decirme mis mentiras
Nunca te imaginaste que estaba enamorado de ti
En la única vez q algo sentía y se desvaneció como el corazón que no ando
Aun cautivado por tu vida me alejo para idolatrarte mujer
Porque reías de esa manera y erizabas mi piel
Y me sentía el hombre más feliz de la tierra en su cumpleaños sin amigos
Abrace una noche saturado de pisco
tu vientre acogedor creyendo q crecería mi legado pegado a mis oídos
Sorda noche limeña nunca me entendiste
Sorda mirada de pagano nunca le dijiste que querías un crio malhumorado
Solo te quedaste mascullando en idiomas ancestrales
Tu futuro escribiendo en blogs para que nadie lea la palma de tu mano
Y vea que la línea de la vida la tienes demasiado larga
para creer q vivirás eternamente
Sentado en esa discoteca que fue sólo nuestra toda una noche
con música que destruyó mi alma
Recuerdo mi penetrante mirada presagiando este final
Te apartaste, me dijiste que no te mire de esa manera,
Cubriste tu rostro con tu volátil larguirucha mano, sonreíste al vacio
Y decidiste tu futuro…que es realmente un misterio...
viernes, 23 de abril de 2010
viernes, 16 de abril de 2010
Ciego tuerno e inocente centella cruzando el arrabal
El abúlico silencio
Avanza como bruma cargada de arambeles
La penumbra ausculta tu rostro
La moldea cual escultura incandescente
Azafrán lanzado al cosmos esparcido parido, molido, partido
Fortaleciste mi hambruna con tu filantropía
Curaca amordazador de espíritus retiraste el espejo de mi retina aniquilada
Soy ciego o silencioso al hablar
O sólo el ciego bebedor de botellas acartonadas, cuarteadas, níveas, solariegas
Has apretado tu pecho lanzando un pírrico sonido de tu meliflua voz
Doblando inmisericorde la historia de tu vida…
Avanza como bruma cargada de arambeles
La penumbra ausculta tu rostro
La moldea cual escultura incandescente
Azafrán lanzado al cosmos esparcido parido, molido, partido
Fortaleciste mi hambruna con tu filantropía
Curaca amordazador de espíritus retiraste el espejo de mi retina aniquilada
Soy ciego o silencioso al hablar
O sólo el ciego bebedor de botellas acartonadas, cuarteadas, níveas, solariegas
Has apretado tu pecho lanzando un pírrico sonido de tu meliflua voz
Doblando inmisericorde la historia de tu vida…
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